lunes, 19 de enero de 2009

Hambre de Perros


Un perro come la basura, ayer hemos visto un niño haciéndolo, creo que a diario, todos lo hacemos sin darnos cuenta. Prendo un cigarrillo y trato de encontrar la luna detrás de su niebla al momento que el chillar de una radio atraviesa la ventana de la casa de Rosa. Me pongo a pensar en “El Flaco”, como estará? me pregunto, mientras tarareo una cumbia y un estruendo me hace pisar tierra. La noche grita incompatibilidades y tres caninos mas se suman al banquete. No sabemos sus nombres, menos sus exigencias. Emiten sonidos extraños, por ende siempre los escucharemos. “El Tano” sale a despedir a su novia y nos saludamos mientras prendo un cigarrillo, me cuenta de Las Toninas y de las paranoias de su suegra. Vemos una sombra acercarse lentamente, luego la vemos agazaparse detrás de un auto y olímpicamente desaparece de nuestra visión, también de nuestros pensamientos. “El Tano” se despide y yo sigo buscando la luna. Entro a mi casa y en la cocina me espera un manzana verde, también un agua tónica.
Salgo nuevamente y veo mas cosas: Otro perro se acerca y no es bien recibido, uno le ladra y otros dos lo echan a correr. No se sabe porque, aunque gran parte de la basura ya esta deglutida en sus estómagos, tengámoslo en cuenta.
Un angelito bajó a tierra… Dios al cielo. Nunca nos acostumbraremos; y los volcanes mueren de hambre mientras el perro sabiendo de las calamidades que existen en ciertas sociedades, sigue comiendo. Cruelmente, come sin dejar migajas, la muerte le vendría como anillo. A todo esto, el angelito se sacude en la diáspora, se empapa de pecados y es feliz. También nosotros.
Las noches son frías en este vecindario, y los abrigos son demasiados peligrosos para confiar en ellos. El Chueco se acerca y me pide fuego, me exige una limosna y no se la doy. Al rato se acerca Juancito y me cuenta de su nuevo empleo. Habla sin parar, sin pausas entre tema y tema, no lo escucho, me pone nervioso y pongo mi atención en la manzana.
Fue en vano contenerme de angustias ante la nada de mi manzana federalista. Imagine esta fruta viajando en la ruta desde alguna provincia lejana hasta la verdulería de la vuelta, tanto viaje para terminar demolida en mis entrañas impunes.Colgándome en la ilusión, veo caer un gusano en mi manzana. Lo deje sumergirse y ligeramente ha ganado mi manjar ¿Cuantos casos similares hay como este, como el de la pobre manzana y el mediocre perro? ¿Cuánta basura hay por comer y cuanto hambre tenemos? Lo peor de todo es que no hay tantos ángeles.
Soy un boceto, un cadáver falsificado. Con un maravilloso picaneo en las manos y chasquidos oscilantes en la boca. Con mi cara enchufada en la desesperanza de mi compañera cadavérica, y los ojos untados de una gran dosis de aflicción. Nada de otro mundo. Uno mas en el sótano de la inextricable industria kamikaze. Me entretengo en siniestros anónimos y me suelto en la madrugada cristalina. Todo un fiambrín. Puedo equilibrar los buenos modales con gestos desagradables durante cualquier hora del día. También esquivar la mirada mucilaginosa de mi jefa sin adquirir antídotos de popularidad. Soy un fiasco. Soy todo aquello que está absolutamente desinformado. No logro obtener buena conducta hacia los resquemores de la insoportable de mi vecina y menos encenderla con mi chispa espasmódica. Muero por uno de esos golpes a los que no estamos acostumbrados a que nos peguen!
Esta mañana me agité observando los perros en la esquina. Cinco segundos de reflexión antes de desorbitar la cornea me bastaron para nutrir mi cordura efímera. Todo me convulsiona al atardecer apocalíptico. Al best seller empalagoso de las epopeyas que ya conocemos. Esto no es vida!! El mundo productivo de aceros craneales y una estampita en la frente ideológica conservadora. A veces parecemos borrachos graciosos, y creo que este mundo es demasiado aburrido como para no generar conflictos. Agonizamos de risa sobre la guerra televisada y pensamos que harían falta más explosiones para que las victimas sean mas realistas. Además somos muy buenos para los negocios. Intercambiamos dinero por salvajismos amorosos y conmociones placenteras ¡Podemos ser muy felices cuando queremos! Sin necesitar una dosis de paco televisado. Los veranos son muy fríos para mis nervios caprichosos. Los inviernos, peores.
Con el tiempo aprendimos a oxigenarnos. Asimilamos que un misil a la luna no es solo un fruto de la ciencia, si no también, de la libre conciencia. Que una bofetada a la experiencia es más brillante que un corazón roto, y que las clases de análisis matemático no son tan aburridas comparándolo con las anécdotas de algún tío político.
Amor, los golpes no son mas fuertes que las carcajadas. Quizá algún día se acabe el fuego en el monte y vuelva a ser todo como al comienzo. Y más allá nos esperara el mañana dentro de un ombligo. Las sales no son ardores, el agua no es como la sangre, los perros no ladran al hablar, y las sombras, sombras son. Tal vez, mañana, Dios no nos quiera más en este lugar. Pero no te preocupes, angelito, yo estaré allí para protegerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario